domingo, 4 de mayo de 2014

Capítulo 27. Enredo

Ya estando en el exterior se divirtió mucho, con su pequeña gran familia. Todos reían y los perros andaban corriendo de un lado al otro. Al final se quedaron viendo el amanecer, Charlotte al ver tan linda escena sacó su cámara y les tomó varias fotos, para recordar la primera mañana de 1965, un año que sin dudas, le traería muchas cosas a la joven.


...

Los primeros tres días de 1965 la joven los pasó en Burdeos. El 4 de enero ya estaba de regreso en Londres. Al llegar a casa no pudo evitar sentirse un poco triste, pues estaba tan diferente sin los chicos y sobre todo sin "ése" chico. Acomodó sus cosas en su habitación y ahora en una de las mesitas de noche, estaba su eterno adorado chico guapo, con un nuevo y bonito marco que había comprado.

Al llegar a los edificios de Vogue, Vreeland la recibió con la noticia de que necesitaba dos sesiones para esa semana, por lo que ése mismo día comenzó con una de las sesiones, la cual fluyó bastante bien, parecía que la suerte estaba de su lado. Al término una persona se le acercó.

x: ¿Señorita Jeanneret
Charlotte: ¿Sí? -volteaba mientras dejaba de guardar su equipo-
Anthony: Soy Anthony Wallace, yo seré el nuevo asistente aquí
Charlotte: Mucho gusto Anthony
Anthony: ¿Cuándo es la próxima sesión?
Charlotte: El jueves, nos vemos aquí 8 am
Anthony: Ok, que tengas buen día. Nos vemos
Charlotte: Nos vemos

Ése mismo día Charlotte se quedó en los edificios trabajando en las fotos que debía seleccionar para revelar. Una vez teniendo lista la hoja de contacto, partió al lugar dónde revelaría las fotos. El proceso fue rápido, por lo cual regresó al edificio Vogue antes de que Vreeland se fuera. Como era de esperarse, la editora en jefe de la revista estaba más que complacida con su trabajo. 

Al abandonar el dificio se dirigió al centro Barbican para ensayar con la sinfónica para el concierto del viernes. Tras dos horas de estar allí, fue a la casa Beatle, donde inmersa en sus pensamientos, hizo una sencilla cena que consistía en un sandwich. Se sentó en el sofá largo de la sala y encendió el televisor; lo primero que vió fue la noticia de que los Beatles ya estaban en París y recordó las supuestas llamadas que haría George. Cansada de pensar, se quedó dormida en el sofá. 

Los días pasaron de manera normal, Charlotte estaba ocupada entre conciertos sinfónicos y sesiones de fotos. Mientras ella se iba haciendo famosa en Londres por su talento y estilo, en Milán estaban los chicos, dedicados a dar conciertos, en la televisión no había otra cosa que no fueran noticias de los beatles por su tour europeo.

Ya eran finales de enero, George no había llamado y Charlotte no dejaba de pensar en él. Para ése entonces ella y Anthony se habían vuelto buenos amigoss, ella encontró en él a un muchacho interesante con el que podía compartir varias cosas. El último fin de semana del mes, decidieron salir a un pub. A decir verdad ella estaba un tanto nerviosa respecto a esa salida, él había insistido mucho en ésa especie de "cita", pero sabía bien que era simple amistad, aunque no estaba segura de que quisiera eso.

Fueron a un pub cerca de la beatle house, con los amigos de Anthony. La noche transcurrió bastante divertida, y ella se divirtió con los amigos de éste. Cuando iban a cerrar el pub, decidieron seguir bebiendo así que se dirigieron a casa de Charlotte. Todo transcurría bien, hasta que todos se fueron, dejando solos a Charlotte y Anthony. El efecto del alcohol hizo que los humores cambiaran, y en un santiamén ambos ya se estaban besando, hasta que él se separó bruscamente.

Anthony: No puedo, no puedo hacer esto
Charlotte: ¿Qué? ¿Por qué?
Anthony: No puedo
Charlotte: ¿Por qué no?
Anthony: Estoy saliendo con una chica
Charlotte: ¿Qué?
Anthony: Tengo novia, y, no le puedo hacer esto. Lo siento
Charlotte: Ok...
Después de un largo silencio
Anthony: Creo que me voy
Charlotte: Creo que es buena idea

Sin más, el chico salió aproximadamente a las 6 am, cuando el sol ya comenzaba a aparecer. Horas después Charlotte despertó con una resaca terrible, preparó la tina de baño y difrutó de las burbujas para terminar con un regaderazo frío. Al salir de la ducha el teléfono sonó.

Charlotte: ¿Hola?
Anthony: Hola, ¿Estás mejor? Anoche te pusiste un poco mal
Charlotte: Claro
Anthony: Ok
Charlotte: Anthony, ¿Podemos hacer como que nada pasó? Por favor
Anthony: Claro, aunque en realidad nada pasó
Charlotte: Me refiero a lo poco que pasó, porque si vamos a ser amigos, no quiero arruinarlo
Anthony: Sí, todo olvidado
Charlotte: Bien, nos vemos el martes
Anthony: Adiós
Charlotte: Adiós

Los días pasaron, un nuevo mes comenzó y ahora Charlotte no dejaba de pensar en Anthony, en lo que había pasado y en lo que presuntamente sentía por él. Las sesiones seguían siendo exitosas, sólo que ahora contaban con una dosis de nerviosismo de la francesa a causa del chico. Cierto día charlotte recibió una llamada de Camilla, su mejor amiga, la cual la apoyó cuando llegó a Londres; quedaron de verse en un café cerca de la casa de ella.

Charlotte: ¡Camilla!
Camilla: ¡Hola! ¿Cómo has estado?
Charlotte: No muy bien
Camilla: ¿Muchachos?
Charlotte: Sí
Charlotte le contó todo sobre George, Camilla no cabía de la emoción y sorpresa al saber que su mejor amiga estaba interesada de un beatle, y no le cayó nada bien el tal "Anthony".
Camilla: Puede que George no te haya llamado porque está ocupado, es decir ¡es un beatle! Es muy probable que no tenga el tiempo para hacerlo, asi que creo que no debes molestarte con él ni presionar. En cuanto a Anthony, dime algo, y sé honesta, ¿Realmente crees que él piense en ti de la misma manera en la que tú piensas en él? Me refiero a que, si crees que pase todo el día pensando en cómo hablarte, qué decirte, qué ponerse para impresionarte. ¿En serio lo crees?
Charlotte: ...No
Camilla: ¿Entonces por qué le das tanta importancia a alguien que ni siquiera le pasas por la mente? Entiendo que te guste, pero por dios, eso ya es demasiado. Además, si está saliendo con una chica, y luego la engaña contigo, es obvio que lo hace con otras mujeres. Londres es muy grande Charlotte y tú eres bonita e interesante, los chicos no faltarán, no te preocupes.
Charlotte: Sí, creo que tienes razón. Haré ése ejercicio.
Camilla: Pero hazlo de verdad
Charlotte: Sí, prometido
Camilla: Ahora, estaré aquí al menos todo este mes de febrero, ¿Quieres quedarte unos días en casa?
Charlotte: Muchas gracias Camilla, pero no quiero incomodarte
Camilla: Jajaja, empiezas a sonar como anciana
Charlotte: Tal vez unas pijamadas no estarían mal, o una tarde de películas
Camilla: Como en los viejos tiempos
Charlotte: Exacto

Ésa misma noche tuvieron la primera pijamada y así pasó una semana en casa de Camilla. Lamentablemente tuvo un llamado para ir a Estados Unidos a la semana de la moda, Camilla trató de convencer a su amiga de que la acompañase, pero Charlotte no aceptó por "causa de trabajo". 

Tras dejar la casa de su amiga, se dirigió a la beatle house, su hogar por el momento. Cuando llegó sintió un poco de nostalgia, pues recordó que los chicos no estaban en casa, y que tardarían en llegar. Pero algo no estaba bien, parecía que alguien había entrado.

Charlotte se quedó parada en la sala un rato, hasta que escuchó pasos arriba. El intruso había llegado hasta las habitaciones. Cuidadosamente se dirigió a la cocina, buscando por todas partes un cuchillo.

Charlotte: ¡Mierda! -musitó-

No había encontrado ningún cuchillo, era como si los hubieran tomado. Los pasos comenzaron a hacerse más cercanos, iban a entrar por la cocina en cualquier momento, así que se preparó con lo primero que vio: un florero. Ella ya estaba detrás de la puerta esperando al susodicho, cuando escuchó que la llamaron.

Entrada doble ------------>

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